domingo, 5 de enero de 2014

CAPÍTULO I: LA REVELACIÓN SOBRENATURAL

A.    CONCEPTO
Etimológicamente, revelación significa manifestar algo oculto. Proviene del verbo latino “re-velare”, quitar el velo que oculta algo, descubrir. Es la manifestación de algo que está oculto. Así hablamos vulgarmente de revelar un secreto, un pensamiento.
Revelación en sentido estricto, es la manifestación de alguna verdad hecha por Dios al hombre, descubriéndole su propio Ser o su Nombre y sus designios de salvación. En el lenguaje teológico es toda Palabra de Dios al hombre (Hebreos 1,1). La manifestación de Dios al hombre de sus designios e intenciones, primeramente de un modo un tanto oscuro en el Antiguo Testamento y después más claro en el Nuevo Testamento.

B.     CLASES DE REVELACIÓN
La revelación puede ser: natural, pública, privada, inmediata, mediata y sobrenatural.

a) NATURAL
Manifestación de Dios por la obra de la creación. A través de las criaturas se llega a un conocimiento real y verdadero de Dios, aunque no exhaustivo ni   perfecto.
Todo el cosmos está lleno de maravillas grandes y pequeñas. No sabemos que admirar más, si el inmenso tamaño y las velocidades y la exactitud de los movimientos de los astros en el firmamento, o la maravillosa constitución del átomo.
¿Sabías que el número total de estrellas del universo es de unos 200.000 trillones? ¿Y que la bola gigantesca de la tierra se desplaza a una velocidad de 100.00 km por hora, es decir, a unos 30 km por segundo? ¿Sabías que un eclipse de Sol o de Luna se puede calcular con años de anticipación, incluso el día y la hora exacta en que sucederá? Nosotros con nuestra inteligencia, podemos descubrir que alguien inteligente ha puesto orden y perfección en las cosas creadas. El universo no es Dios, pero nos habla de Dios y de su poder y sabiduría infinitos. Basta con mirar el mundo que nos rodea para entender que no puede haberse causado a sí mismo, todo en el universo revela la mano creadora de Dios.
El hombre tiene también la capacidad de descubrir a Dios dentro de su corazón, porque ha sido hecho a imagen de Dios, En el fondo de nosotros mismos está la voz de la conciencia por la que somos capaces de distinguir el bien del mal, un orden moral que no hemos inventado nosotros, sino que viene de un ser Superior, es decir, de Dios. Sin embargo, para encontrar a Dios se precisa buena voluntad por parte del hombre. La buena voluntad supone la actitud de búsqueda sincera de la verdad, estando dispuestos a reconocer que existe ese Ser Superior al que llamamos Dios. Los ateos son aquellas personas que niegan la existencia de   Dios. Pero nadie ha podido demostrar que Dios no existe, porque es imposible.

b) PÚBLICA
Cuando la revelación se dirige a todos en general.

c) PRIVADA
Cuando se refiere a una persona en concreto o sólo es para un grupo de personas concretas.

d) INMEDIATA
Cuando Dios habló a Abraham o Moisés.

e) MEDIATA
Cuando Dios se manifiesta por medio de otro.

f) SOBRENATURAL
Existe otro modo de conocer a Dios que el hombre no puede de ningún modo alcanzar por sus propias fuerzas: es la revelación divina. Por una decisión enteramente libre, Dios se revela y se da a conocer a los hombres. Esta Revelación comenzó hace miles de años y culminó con la venida al mundo de Jesucristo, el Hijo amado de Dios Padre. Por ello, se define a la Revelación Sobrenatural como la manifestación que libremente hace Dios de sí mismo a la criatura racional y para su salvación.
Cuando hablamos simplemente de Revelación nos estamos refiriendo a la revelación sobrenatural pública y más concretamente a la Biblia, que recoge todo este diálogo de Dios con el hombre.
Lo que Dios revela es siempre a sí mismo, aunque se manifieste en un símbolo o en un acontecimiento. Y manifestándose a sí mismo, Dios revela su plan sobre el hombre y su historia, que consiste fundamentalmente en la llamada del hombre a formar parte, por medio de Cristo en el Espíritu Santo de la familia del Padre. Como dice el Concilio Vaticano II, en la Dei Verbum: “Quiso Dios con su bondad y sabiduría (Efesios 1,9), por Cristo la Palabra hecha carne y con el Espíritu Santo, puedan los hombres llegar hasta el Padre y participar de su naturaleza divina” (DV N° 2)

C.    ¿QUÉ SENTIDO TIENE NUESTRA EXISTENCIA?
La admiración del mundo –su grandeza, orden, belleza…- condujo a la razón humana a afirmar la existencia de Dios. Pero el hombre puede llegar a Dios al preguntarse por el sentido de su propia existencia. En efecto, más que los porqués del cosmos, lo que más seriamente inquieta al hombre es su propia existencia: ¿Cuál es su origen? ¿Por qué es inteligente y libre? ¿Cuál es el sentido del dolor y de la muerte? ¿Qué sentido tienen el bien y el mal en la tierra? ¿Por qué el hombre es capaz de amar y de odiar, de enternecerse y de mostrar una gran crueldad? ¿Cómo explicar su deseo de felicidad y de inmortalidad? ¿Qué destino final le espera? ¿Qué hay después de esta vida?...
La respuesta a estos interrogantes y a otros muchos no la encuentra el hombre en la naturaleza física. Por ello se vuelve sobre sí mismo y en él encuentra un mundo nuevo: experimenta el bien y el mal, la verdad y el error, la necesidad de un premio a la virtud y de un castigo a la maldad. Esa experiencia profunda interior le obliga a superar el ámbito de los sentidos y le invita a remontarse al mundo de lo espiritual, en el que descubre la belleza, la vida moral, la conciencia y la experiencia profunda de una relación con un Ser Superior.

D.    LA DIVERSIDAD DE RELIGIONES
Hay un hecho constante a lo largo de la historia de la humanidad: en todos los pueblos, razas y culturas, los seres humanos han reconocido y reconocen la existencia de un ser Supremo, al que llaman Dios. La existencia de muchas y diversas Religiones es una muestra palpable de la creencia universal de la humanidad en Dios.

a) RELIGIONES ANIMISTAS
Propias de muchos pueblos primitivos que aún no han alcanzado una cultura desarrollada. Creen en la presencia de los espíritus en las fuerzas de la naturaleza, a las que dan culto, y adoran estatuas u objetos fabricados por ellos mismos. Es muy frecuente en ellas el culto a los antepasados. Estas religiones se practican en extensas zonas de África y en algunas regiones de Asia.

b) RELIGIONES UNIVERSALES
Que practican pueblos antiguos y de vieja cultura como son las de Asia, África, Europa y América. Veamos brevemente cuáles son las principales religiones que hay en el mundo actual:

1. Grandes Religiones no cristianas (Budismo, Hinduismo, Confucionismo y Musulmana). Poseen una doctrina, unos principios morales y unas normas de culto. Los hombres y mujeres que las practican sinceramente buscan agradar a Dios y adorarlo.
2. La religión judía: es la religión revelada por Dios al pueblo de Israel desde muchos años antes de la venida de Jesucristo al mundo.
3. La religión católica: es la religión revelada por Dios a los hombres, especialmente por medio de Jesucristo. En ella se encuentra la plenitud de la revelación de Dios a los hombres.
4. Iglesias no católicas (luterana, anglicana, ortodoxa). Son Iglesias que por diversos motivos históricos y doctrinales, se separaron de la Iglesia católica. En estas iglesias hay muchos elementos positivos, pero no poseen la totalidad de la verdad: por ejemplo, no reconocen al Papa como representante de Jesucristo en la tierra.

E.     LAS GRANDES RELIGIONES NO CRISTIANAS
Nos referimos a las religiones hindú, budista e islámica. Estas religiones tienen tres notas en común: reconocen a un solo Dios –son monoteístas-, se conoce quien fue su fundador y tienen un libro religioso fundamental. Estas son las características principales de cada una de ellas:

a) EL HINDUISMO
Religión antiquísima muy extendida en la India. Tiene unos 650 millones de seguidores. Los Vedas es su libro religioso. Según el hinduismo, quien no ha conseguido una plena purificación en esta vida tiene que reencarnarse, una o más veces, hasta conseguir la total purificación y la identificación total con el Brahma. La eternidad es una disolución de la personalidad que se fusiona y desaparece en el “Todo divino”.

1. Doctrina:
  • Creencia en Brahmán o Absoluto, por ese les llama también Brahmanismo.
  • Cada persona pasa por sucesivas reencarnaciones después de la muerte hasta unirse con Brahmán, gracias a la meditación y al esfuerzo moral.
2. Moral
  • Obligación moral de buscar a Dios mediante el estudio, la meditación, etc.
  • Tratar con amor y respeto a todos los hombres y seres vivientes.
  • Aceptar la división de las personas en diversas castas, según el nivel social.
  • Manifestar cierta indiferencia ante las cosas de este mundo.
Una figura sobresaliente del Hinduismo ha sido Mahatma Ghandi. Fue líder de la lucha pacífica por la libertad de la India, hasta conseguir la  independencia de esta antigua colonia británica en el año 1947.

b) EL BUDISMO
Religión muy extendida en Oriente. La practican unos 300 millones de seguidores. Su libro sagrado es El Vinaya. Enseña que hay que eliminar toda clase de deseos para llegar al Nirvana. Su fundador fue Sidshartha Gautama, llamado también Buda, que significa “iluminado”.

1. Doctrina
  • En el mundo todo es dolor y sufrimiento. La causa del dolor son los deseos y las pasiones que dominan al hombre. Para superarlo es preciso eliminar los deseos.
  • Eliminando la sed de deseos se alcanza la paz. Ese estado de indiferencia ante el dolor se llama nirvana.
  • Creen también en las sucesivas reencarnaciones después de la muerte. Mediante ellas las almas alcanzan la purificación que no han logrado durante su vida.
2. Moral
  • Esfuerzo personal para acabar con los deseos y las pasiones. El método es el yoga, mediante el cual se alcanza un autocontrol mental y, con él, la paz.
  • Se deben observar cinco preceptos: no matar, no robar, castidad, veracidad y abstenerse de tomar drogas.
  • Llevar una vida de renuncias, pero sin excesos, como un término medio entre las privaciones y la vida cómoda.

c) EL ISLAMISMO O MAHOMETISMO

Es una religión fundada por Mahoma en el 610 d.C. La practican unos 600 millones de fieles. Su libro sagrado es El Corán.

1. Doctrina
  • Monoteísmo absoluto. Existe un solo Dios, Alah. Mahoma es su único gran profeta.
  • A Mahoma le han precedido otros profetas menores tales como Abraham, Moisés y Jesucristo.
  • El alma es inmortal y será juzgada por Dios con premio o castigo.
  • El paraíso es a modo de un jardín frondoso y a él irán los justos. Los hipócritas y pecadores irán al infierno.
2. Moral
  • Hay que adorar a un único Dios (Alah)
  • Hacer la oración mirando a la Meca, cinco veces al día, recitando textos del Corán.
  • Peregrinar a la Meca una vez en la vida. Esta obligación se puede delegar si hay causa justa.
  • Ayunar en el mes de Ramadán. Sólo se puede comer durante la noche.
Uno de los puntos oscuros de la religión musulmana es el concerniente a la “guerra santa” como medio para defender o extender la religión islámica. Quienes mueren en ella van al paraíso.

d) CONFUCIONISMO
Kun Fu-tse, conocido como Confucio fue un excelente pedagogo y gran gobernante, Se esforzó por inculcar en el pueblo chino el retorno a su vieja y rica cultura. Esto incluía la práctica de las antiguas creencias religiosas de aquel pueblo.
Propiamente hablando Confucio no fue fundador de una nueva religión, sino sólo el restaurador de las antiguas creencias religiosas que se encontraban en decadencia.
Más tarde, en torno al siglo IV a C. las enseñanzas de Confucio se enriquecieron con las aportaciones de Lao Tan; a él se atribuye el “Libro de las cinco mil palabras”, en el que se profesa un teísmo monista y creador. De ese Dios proceden todas las cosas. Aportaciones posteriores dan al confucionismo un sentido más religioso de la existencia humana.

F. ¿POR QUÉ HAY TANTAS RELIGIONES?
Una vez conocida la cuestión fundamental de la existencia de Dios, se le plantea al hombre el misterioso hecho de la coexistencia de tantas religiones. ¿Qué explicación tiene? La existencia de tan diversas religiones se debe a factores históricos muy distintos. Según la Biblia, después del pecado de origen el hombre se fue separando de Dios, hasta el punto de que, lentamente, los hombres “olvidaron” al verdadero Dios. 
Pasada esa primera etapa que nos relata la Biblia (Gen 6,1-12; 11,1-9), la humanidad vivió millones de años en situaciones religiosas que desconocemos. Cuando empieza a ser narrada la historia de las grandes culturas, tenemos noticia de que se dieron dos formas genéricas de religión:

a) EL MONOTEÍSMO 
Es decir la fe en la existencia de un único Dios. Según las investigaciones de importantes sabios, el hombre más primitivo fue monoteísta, pero, por causas que desconocemos, poco a poco se fue abriendo paso la adoración a una multitud de dioses. En un momento de la historia, Dios escogió a Abraham para fundar un pueblo propio y afirmar en el mundo la fe en un único Dios verdadero. Desde entonces, las principales religiones del mundo (cristianismo, judaísmo e islamismo) son religiones monoteístas.

b) EL POLITEÍSMO 
Es la adoración a varios dioses. Como ya vimos, después del pecado original, la humanidad se fue separando poco a poco de Dios, para adorar a diferentes dioses según los pueblos y las culturas. El politeísmo, en contra de lo que pudiéramos pensarse, no fue patrimonio de los pueblos menos cultos y desarrollados. Las grandes culturas del imperio griego y del imperio romano fueron politeístas. Incluso llegaron a elevar a la categoría de “dioses” a ciertos héroes y emperadores. Es el caso, por ejemplo, de Alejandro Magno en Grecia y el del emperador romano Claudio.
San Pablo condena el politeísmo de los paganos, nacido del abandono del verdadero Dios a causa de la corrupción de costumbres (Romanos 1,19-23).

G. ELEMENTOS COMUNES A TODAS LAS RELIGIONES
La Historia de las religiones muestra el origen y desarrollo de las diversas religiones que han existido. Pero, ¿hay elementos comunes en todas ellas? Su estudio nos muestra que si. Son los siguientes:

a) LA EXISTENCIA DE UN SER SUPERIOR
La religión se inicia en la creencia en un Ser Supremo, con el cual el hombre siente la necesidad de relacionarse. Ante esa “existencia suprema”, el hombre no puede mantenerse pasivo, sino que se siente impulsado a “responder” a esa especie de “llamada de Dios”.

b) LA EXISTENCIA DE LO SAGRADO
La conciencia de que existe Dios crea un ámbito sagrado, de proximidad de lo divino. Las religiones primitivas, por ejemplo, vieron la manifestación de Dios en los astros y en otras fuerzas de la naturaleza. La Biblia, en cambio, nos habla de la manifestación de Dios, como ser personal, a los grandes personajes del Antiguo Testamento.

c) UN PROGRAMA MORAL
La creencia en un Ser Supremo despierta en el hombre la necesidad de estar “bien con Dios”, por lo que procura llevar una conducta adecuada a su creencia. Así, descubre el sentido el bien y del mal moral o pecado. Por eso, las diversas religiones ofrecen unas normas morales determinadas que invitan al hombre a seguir el bien y a evitar el mal.

d) LA EXISTENCIA DE UNA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE
La existencia de Dios descubre al hombre que su vida personal es trascendente y que no puede finalizar con la muerte, sino que debe perdurar en un “más allá”. Aquí se separan las diversas creencias religiosas: el budismo, el hinduismo afirman la reencarnación; el cristianismo, en cambio, cree en la vida eterna y en la resurrección final de los cuerpos. 

e) INFLUENCIA EN LA CONVIVENCIA SOCIAL
Las diversas religiones afectan no sólo al individuo, sino a la convivencia social entre los hombres. De este modo, surgen los deberes morales en la convivencia social, se elabora el calendario que señala los días “sagrados”, se crean los ritos del culto público, etc.
Pero a pesar de estos “elementos comunes”, existen notables diferencias entre las distintas religiones, pues, mientras algunas religiones primitivas tuvieron costumbres aberrantes (por ejemplo, la práctica de sacrificios humanos), otras proponen una vida moral muy elevada.

H. ¿CUÁL ES LA POSTURA DE LA IGLESIA CATÓLICA ANTE LAS DEMÁS RELIGIONES?
En América Latina son cada vez más numerosos los inmigrantes de diferentes países. Muchos de ellos practican otras religiones, y no son pocas las ciudades donde han edificado una mezquita. Por tanto, debes tener en cuenta lo que enseña la Iglesia sobre la relación con las demás religiones, y de este modo podrás tener siempre una actitud tolerante y de profundo respeto hacia ellas y sus seguidores.
El documento titulado Nostra aetate, del Concilio Vaticano II, es el más importante sobre este tema: afirma la postura de la Iglesia ante las demás religiones, por las que siente un profundo respeto. En resumen se afirma lo siguiente:
  • La Iglesia católica respeta y estima a las religiones cristianas. 
  • Ante los cristianos separados los católicos debemos mostrar siempre respeto, estima y rezar para que todos volvamos a formar “un solo rebaño bajo un solo pastor” (Juan 10,16)
Sin embargo, no todas las religiones son igualmente verdaderas; el Concilio afirma también que ella, la Iglesia católica, “tiene la obligación de anunciar constantemente a Cristo, que es el Camino, la Verdad y la Vida (Juan 14,6), en quien los hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa y en quien “Dios reconcilió consigo todas las cosas” (2 Corintios 5,18-19) (NA Nº 2).
Hay que amar, respetar y defender la “libertad religiosa” de las personas. Sin embargo, esto no significa que todas las religiones sean igualmente verdaderas ni que dé lo mismo una que otra en orden a la salvación. Si fuera así, la Redención realizada por Jesucristo habría sido un empeño inútil.

I. ESPECIAL CONSIDERACIÓN DEL JUDAÍSMO
Una especial consideración merece la religión judía, ya que se trata del antecedente inmediato de la religión cristiana. El pueblo y la religión judía es, realmente el antecesor más próximo de la gran familia cristiana. Cabe decir aún más, el núcleo central del judaísmo constituye también un ingrediente esencial de la fe católica. En efecto, judaísmo y cristianismo tienen estos elementos en común:
  • El Dios judío, Yahvé, es el mismo Dios Creador y Padre en quien creemos los que confesamos la fe en Jesucristo.
  • La historia del pueblo de Israel se inicia con Abraham, a quien los judíos y los cristianos tenemos como nuestro “padre en la fe”.
  • A partir de Abraham, el conjunto de la historia de Israel, Isaac, Jacob, David, los Profetas, etc. constituyen también los datos y antecedentes inmediatos de la historia cristiana.
  • La parte de la Biblia que se conoce con el nombre de Antiguo Testamento, en su conjunto, es reconocida y admitida como Escritura Sagrada por los judíos y por la Iglesia católica.
Además, no cabe olvidar que la Virgen María, de la cual nació el Hijo de Dios, fue de raza judía, y que el mismo Jesús que representa el centro de la fe cristiana, también es judío. Israel es, en verdad, el pueblo escogido por Dios en el cual prendió y se injertó el cristianismo. Por todo ello, judaísmo y cristianismo, que tienen tan amplio patrimonio común, están íntimamente emparentados entre sí. De aquí la necesidad de que exista una mutua fraternidad entre ambas religiones.

J. ¿EN QUÉ SE DIFERENCIA LA RELIGIÓN CRISTIANA DE LAS OTRAS RELIGIONES?
Sería un error considerar el cristianismo como una más entre las religiones. Hay personas que piensan que es indiferente practicar una religión u otra, ya que cualquiera puede ser la verdadera o puede conducir por igual a la salvación.
Para comprender que ésta es una visión equivocada, es necesario descubrir la “originalidad” del cristianismo frente a las demás religiones. Las diferencias principales pueden concretarse en los siguientes puntos:

a) LA REVELACIÓN
En las demás religiones, son los hombres quienes buscan y tratan de encontrar a Dios. Así, Buda siente le necesidad de encontrar una respuesta a sus problemas, se retira del mundo y, al fin, encuentra a Dios. Lo mismo se repite en Mahoma. Son intentos humanos de encontrar a Dios.
En el cristianismo, en cambio, es Dios quien busca y se revela a los hombres. Es iniciativa divina. Dios se “reveló” a los hombres, sin que fuese buscado por ellos. Así, Dios se manifiesta a Abraham, Moisés, etc. con gran sorpresa para ellos. Los cristianos conocemos, por la fe, que ese Ser Supremo al que buscan todas las religiones se ha hecho hombre en la persona de Jesús de Nazaret y ha venido al mundo para revelar a los hombres el misterio de Dios.

b) EL SER DE DIOS, UNO Y TRINO
Las grandes religiones (Hinduismo, Budismo, e Islamismo) son religiones monoteístas que aceptan a un único Dios. De hecho se puede llegar a conocer la existencia de un único Dios con la sola luz de la razón. Sin embargo, el hecho de que el cristianismo conozca el ser íntimo de Dios –siendo Uno, en Él hay tres Personas- sólo es posible por la Revelación del mismo Dios: la Trinidad de personas no se puede conocer por la razón.

c) LA ENCARNACIÓN DEL HIJO DE DIOS
Los cristianos conocemos, por la fe, que Dios, ese Ser Supremo al que buscan todas las religiones, se encarnó. Esta realidad es tan decisiva, que el punto clave de la fe cristiana es creer que Jesús de Nazaret es Dios, “igual al Padre” (Juan 5,19-27), de forma que quien ve a Jesús, “ve al Padre” (Juan 14,9), hasta el punto que Jesús dirá: “El Padre y yo somos una misma cosa” (Juan 10,30).

d) LA REDENCIÓN
El cristianismo es la única religión redentora. Es decir, es la única en la que Dios “salva” al hombre, lo redime. Las demás religiones “buscan” la salvación, la liberación del mal, del dolor, del pecado, de la muerte… La buscan con el esfuerzo, con purificaciones, con sucesivas reencarnaciones, etc. En cambio, en el cristianismo es Dios mismo quien salva al hombre mediante el sacrificio redentor de Jesús de Nazaret, Dios hecho hombre. No obstante, el hombre debe colaborar con sus buenas obras para aplicar a su propia vida la salvación alcanzada por Jesucristo.
En consecuencia, el cristianismo es la única religión que profesa que Dios se ha hecho hombre para enseñar al hombre el camino de la salvación. Los otros fundadores de religiones fueron hombres que enseñaron “su camino” para la salvación.
A estas verdades tan fundamentales sería preciso añadir muchas otras realidades y enseñanzas específicas del cristianismo que lo distinguen de las demás religiones: la existencia de la Iglesia, los sacramentos, la dignidad del hombre elevado a la vida divina mediante la gracia del Bautismo, la dignidad sublime de la vida moral predicada por Jesucristo, la llamada universal a la santidad, la radical igualdad de todos los seres humanos, sin distinción de sexo, de raza, ni de castas, etc.

K. ¿PUEDE EXISTIR UNA ÚNICA RELIGIÓN VERDADERA?
Es un dato histórico evidente que existen muchas religiones. Este hecho es hoy más conocido ya que los medios de comunicación nos dan noticia de ellas, al mismo tiempo que facilitan la intercomunicación de las distintas confesiones religiosas. Muchos de nosotros hemos conocido a personas que practican otra religión.
Si todas las grandes religiones monoteístas dan culto al mismo Dios ¿Son todas igualmente verdaderas? El hecho de que las religiones monoteístas rindan culto a un único Dios no significa que todas ellas sean igualmente verdaderas. En todas ellas, sin lugar a dudas, hay elementos de verdad. Pero la religión verdadera sólo puede ser aquella que sea fruto del querer de Dios, de la libre iniciativa divina; aquella en la que Dios busca al hombre para conducirle al conocimiento de la Verdad y para darle salvación. Y la verdad sobre Dios, sobre el hombre y sobre la salvación solamente Dios la conoce en toda su plenitud y solamente Dios puede darla a conocer sin mezcla de error.
Por ello, la verdadera religión es la que Dios mismo garantiza, es decir, aquella en la que el mismo Dios se revela y se comunica directamente a los hombres: Él mismo dice quién es, qué tipo de conducta moral debe vivir el hombre y cómo debemos darle culto. En ese sentido, solo el cristianismo es la religión verdadera, pues solo en el cristianismo Dios se ha revelado directamente a los hombres por medio de su Hijo Jesucristo, que es Dios, como el Padre y como el Espíritu Santo.
Entonces, ¿deben considerarse falsas las demás religiones? Más que “falsas” conviene decir que son “imperfectas”, por cuanto son “creaciones humanas” y participan de la imperfección y de los límites de todo lo que es humano. Esas religiones carecen de algunos elementos fundamentales, fruto de la libre iniciativa divina en orden a la salvación de los hombres. No obstante, todas esas religiones monoteístas, tal como enseña la Lumen Gentium del Concilio Vaticano II, están orientadas al cristianismo, puesto que, aunque “no recibieron el Evangelio, se ordenan al Pueblo de Dios de diversas maneras” y “todo lo que hay de bueno y verdadero en ellas, la Iglesia lo juzga como una preparación para el Evangelio” (LG Nº 16).

L. EL CRISTIANISMO ES LA PLENITUD DE LA REVELACIÓN
El cristianismo es un fenómeno radicalmente distinto al itinerario que marca la aparición en la historia de las otras grandes religiones, que han tenido su origen en hombres que buscaban a Dios.
En efecto, como ya se ha dicho, la religión cristiana no es producto de la búsqueda por parte del hombre, sino consecuencia de que es Dios quien busca y sale al encuentro del hombre. El Dios de la Biblia no es producto de la razón del hombre, sino que es consecuencia de la revelación de Dios, que se manifiesta personalmente y de modo directo al hombre y le habla.
Por eso se debe afirmar que el cristianismo es “una religión revelada” aunque también se puede decir que es una “revelación religiosa”. En ambos casos se debe subrayar el carácter novedoso del cristianismo, en el cual es Dios quien ha tomado la iniciativa al manifestarse a los hombres, es especial `por medio de Jesucristo.
Esa iniciativa divina queda reflejada en las primeras páginas de la Biblia en donde se narra la relación de Dios con los primeros padres: Adán, Caín, Noé, etc. Mas tarde, la llamada de Dios se concreta en la elección de Abraham y de los profetas a lo largo de la historia de Israel.
Toda la Biblia está llena de llamadas de Dios al hombre. Pues bien, si Dios busca y llama al hombre, éste tiene el deber de responder. La respuesta del hombre a la llamada de Dios, es lo que, de forma genérica, se llama fe. La fe es una virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que nos ha revelado y que la Iglesia nos enseña.
La fe brota de un diálogo entre Dios y el hombre: Dios inicia el diálogo y el hombre le responde con la ayuda de la gracia. Dios nunca impone la fe; siempre espera la respuesta libre del hombre. Por eso, la Biblia, lo mismo que la historia humana, ofrece múltiples testimonios que muestran cómo unas veces el hombre atiende a esas llamadas de Dios y otras veces las rechaza.

M. LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA REVELACIÓN SOBRENATURAL
En la revelación intervienen varios elementos que la constituyen como tal: Dios, el hombre y los contenidos intelectuales y objetivos de la revelación.

a) DIOS
Se revela libremente, porque quiere y sin ninguna clase de necesidad.

b) EL HOMBRE
Recibe la revelación. Es sujeto pasivo de la Revelación. Sólo el hombre, ser espiritual racional, es capaz de recibir la Revelación divina, porque para entender a otros, en este caso a Dios, es necesario tener una cierta semejanza con el que habla; semejanza que viene dada por la razón humana.
Pero el hombre es, además, sujeto dinámico y existencial de la revelación; porque, por ella, Dios le invita a aceptar a vivir de acuerdo con el mensaje revelado. Dios pide al hombre una actitud de fe, sin la cual la Revelación queda sin producir su efecto salvador.

c) LOS CONTENIDOS INTELECTUALES Y OBJETIVOS DE LA REVELACIÓN
Cuando Dios habla o se manifiesta siempre comunica algo, una verdad, una promesa, un mensaje. Ahora bien, los contenidos o el objeto de la verdad revelada son dobles:

1. Dios revela verdades naturales, es decir, verdades que el hombre puede conocer por sí mismo, con la luz natural de la razón y sin la ayuda de Dios. Por ejemplo: su existencia, su sabiduría, su providencia, etc.

2. Dios revela verdades sobrenaturales, que superan la comprensión humana. Verdades sobrenaturales o misterios, es decir, verdades que pertenecen al propio ser y obrar de Dios, y que, después de reveladas, no alcanzamos a comprender su razón íntima de ser. Por ejemplo: Trinidad, Encarnación, etc.

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